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Retrospectiva individual como práctica crítica en el diseño de la experiencia del empleado

Un marco teórico para comprender el valor de mirar hacia dentro antes de hablar hacia fuera



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Introducción

En los últimos años, el concepto de retrospectiva se ha instalado con fuerza en los equipos ágiles, de producto o tecnología. Sin embargo, su adopción en el campo de People & Culture y del diseño de la experiencia del empleado (EX) ha sido más irregular y, a menudo, superficial.

Cuando las retrospectivas se limitan a una reunión final de equipo con una dinámica rápida tipo “Start, Stop, Continue”, muchas veces se convierten en un ritual vacío, desprovisto de contexto emocional, sentido personal o reflexión crítica.

Este artículo propone una relectura más profunda: una retrospectiva individual, introspectiva y simbólicamente cargada, que anteceda a cualquier conversación colectiva y permita alinear perspectiva, emoción y responsabilidad.


La base cognitiva: sesgos y auto-narrativa

Toda retrospección implica interpretación.Y toda interpretación está filtrada por sesgos cognitivos que distorsionan la forma en que recordamos y analizamos nuestras experiencias.

Algunos sesgos especialmente relevantes en contextos organizativos:

  • Sesgo retrospectivo (hindsight bias): la tendencia a creer, después de los hechos, que “lo sabíamos desde el principio”.

  • Sesgo de confirmación: seleccionar datos que refuerzan nuestras creencias previas, ignorando lo que las contradice.

  • Sesgo de anclaje: tomar una primera impresión o evento inicial como referencia desproporcionada para evaluar todo lo posterior.

Al enfrentar una retrospectiva colectiva sin haber explorado estos sesgos individualmente, las personas tienden a adoptar posiciones defensivas, justificativas o pasivas, dificultando cualquier posibilidad de aprendizaje profundo.


Aprendizaje organizacional: del bucle único al doble bucle

Chris Argyris y Donald Schön (1978) distinguen entre dos tipos de aprendizaje:

  • Single-loop learning (bucle único): ajustes sobre la marcha sin cuestionar los supuestos de fondo.

  • Double-loop learning (doble bucle): cuestionamiento activo de las creencias, valores y normas que guían nuestras acciones.

La mayoría de las retrospectivas en entornos organizativos operan en el primer nivel. Se centran en lo que salió mal o bien, sin detenerse a analizar por qué hicimos lo que hicimos o qué supuestos estaban operando.

La retrospectiva individual es una puerta de entrada al doble bucle. Al trabajar desde la introspección y no desde el juicio grupal, permite que emerjan tensiones latentes, contradicciones internas y patrones invisibles.


Seguridad psicológica y responsabilidad compartida

Edmondson (1999) define la seguridad psicológica como la creencia de que uno puede expresarse sin temor a consecuencias negativas para su imagen, estatus o carrera. Esta condición es indispensable para cualquier retrospectiva efectiva, y aún más cuando hay cargas emocionales acumuladas.

Realizar primero una retrospectiva individual:

  • Disminuye la reactividad en las conversaciones grupales

  • Aumenta la disposición a la escucha

  • Promueve una distribución más justa de la responsabilidad narrativa (no hay “culpables designados”)

Además, permite transitar de la experiencia personal al insight compartido de manera más constructiva.


La importancia del marco simbólico

La memoria no es un archivo lineal, sino una reconstrucción afectiva e incompleta. Por eso, herramientas como el collage visual, los mapas emocionales o las tarjetas de insight no son simples juegos estéticos: son formas de acceder a capas más profundas del conocimiento tácito.


Incluir prácticas visuales y simbólicas:

  • Activa otras formas de saber (intuición, corporalidad, metáfora)

  • Facilita la expresión de lo innombrado

  • Promueve la integración emocional de lo vivido antes de racionalizarlo

En un contexto como EX —donde lo emocional es inseparable de lo estructural—, este enfoque es no solo válido, sino necesario.


De lo individual a lo colectivo: condiciones para el traspaso

Una retrospección individual no reemplaza la conversación grupal, pero sí la prepara.

Por eso, a la hora de transitar entre el momento individual al colectivo, es esencial tener en cuenta algunas condiciones:

  1. Consentimiento: lo individual no debe ser forzado a lo colectivo, siendo una invitación que considera y legitima los límites y fronteras de cada integrante del equipo.

  2. Curaduría de patrones: en lugar de compartir testimonios sin procesamiento previo, se recogen patrones, aprendizajes comunes y contradicciones.

  3. Facilitación ética: el rol de quien guía debe ser neutral, sin interpretar ni forzar sentido.


Conclusión

La práctica de la retrospectiva individual previa a la retrospectiva de equipo no es una moda ni una indulgencia: es una estrategia de cuidado, profundidad y transformación.

  • Nos permite recordar con más verdad.

  • Pensar con más intención.

  • Y diseñar desde lo que realmente importa.

En un mundo organizativo saturado de métricas, dashboards y herramientas colaborativas, quizás lo más revolucionario sea esto:

Parar. Mirar hacia dentro. Y volver al equipo desde ahí.

 
 
 

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